¿Te sientes constantemente agotado? ¿Encadenas un resfriado tras otro? ¿Sequedad de piel y mucosas? ¿Sufres Infecciones recurrentes, como cándida, herpes, infecciones en vías urinarias o en órganos sexuales?
Si percibes estos síntomas, u otros más inespecíficos como pérdida de cabello, sensación de frío o malestar gástrico, es posible que tu sistema inmunológico se encuentre debilitado. Popularmente conocemos estos síntomas como “tener las defensas bajas”. El cuerpo suele emitir señales, a las cuales debes estar atento y adoptar medidas que ayuden a fortalecer tu sistema inmune.
¿Cómo mantener NATURALMENTE el sistema inmunológico fuerte?
Mantener un estilo de vida saludable es una de las mejores estrategias para conservar el sistema natural de defensa del organismo fuerte y eficiente. Para que estos hábitos ofrezcan el efecto deseado, es necesario mantenerlos día a día, no sólo en esos momentos en los que se encuentra uno débil, se sufre algún tipo de infección y, en definitiva, se percibe señales de que el sistema inmune se encuentra debilitado. No debemos olvidar que en la perseverancia reside el éxito.
El sistema inmunitario es la defensa natural del cuerpo ante virus, bacterias o cualquier otro factor que considere una amenaza para la salud. Se compone de diversos órganos, tejidos y células, que se encuentran distribuidos por todo el cuerpo, pudiendo actuar en cualquier parte donde sea necesaria su función. Si trabaja correctamente, permite una adecuada discriminación entre lo que es beneficioso o potencialmente nocivo para el organismo. Resulta, por tanto, de vital importancia mantener este sistema sano e intentar reforzarlo.
Conservar un estado óptimo del sistema inmunológico no solo ayuda a prevenir infecciones, también procura una mayor calidad de vida y bienestar. Cuidar del sistema inmune constituye un verdadero seguro de salud. Pero, nuestras pautas de vida, no siempre saludables, pueden provocar que los mecanismos inmunitarios del organismo sufran deficiencias que alteren su correcto funcionamiento. Algunas de nuestras costumbres pueden comprometer el buen funcionamiento del sistema inmune: malos hábitos de alimentación, estrés mantenido en el tiempo, falta de descanso, tabaquismo, contaminación ambiental o una mala gestión emocional.
Cuidar y reforzar tu sistema inmunológico es la mejor manera de prevenir daños en el organismo. Con el objetivo de que sus conocimientos y experiencia te ayuden a vivir con un estilo de vida más saludable, hemos solicitado la colaboración de la doctora Mercedes López Jiménez, Doctora en Medicina y Cirugía, especializada en Medicina Familiar y Comunitaria:
Mantener un estilo de vida saludable es el conjunto de una serie de hábitos y rutinas que Mercedes López detalla a continuación. Intégralos en tu día a día para reforzar tus defensas y lograr que trabajen a pleno rendimiento para evitar los problemas que derivan de su debilidad.
PROMOVER |
Aprender a gestionar el estrés Ingesta de agua adecuada Alimentación saludable Ayunos controlados Correcto descanso Ejercicio moderado y regular Gestión de emociones Salud emocional: detectar y resolver bloqueos |
EVITAR |
Alto nivel de estrés o estrés mantenido Dietas inadecuadas Comida rápida Sedentarismo Obesidad Hábitos tóxicos: tabaco y alcohol |
Además de seguir los anteriores consejos, puedes incluir en tu dieta complementos alimenticios que contribuyen a la protección y el mantenimiento saludable de tu sistema inmunológico.
Producto desarrollado para nutrir y regular la reactividad integral del organismo. Sus siete componentes metálicos (Calcio, Cobre, Cromo, Hierro, Magnesio, Selenio y Zinc) orientan su acción hacia el reequilibrio funcional del individuo, propiciando un reajuste físico, energético y cognitivo sobre las distintas áreas funcionales. Igualmente, proporcionan un aporte de energía destinado a favorecer la recuperación del equilibrio y tono necesario a los órganos y tejidos implicados en estas áreas, potenciando el organismo de forma general.
La especie vegetal que contiene, Drosera rotundifolia, ha sido tradicionalmente empleada en función del amplio campo de acción que poseen sus componentes activos. Sus usos más frecuentes estaban dirigidos hacia la regulación del sistema inmune, nutrición de las mucosas, modulación de procesos inflamatorios de cualquier etiología, etc.
Es un complemento formulado para fortalecer y modular los mecanismos de adaptación del individuo. Contiene una selección de vitaminas (Biotina, vitaminas B2, B3, B6, B12 y E) que presentan marcada acción sobre el correcto funcionamiento del sistema nervioso y la función psicológica, a la par que nutren las defensas naturales del organismo (vitaminas B6 y B12) y contribuyen al mantenimiento del metabolismo energético apropiado.
Contiene cromo, cuya acción sobre la síntesis y metabolismo de los ácidos grasos, resulta de gran importancia para un adecuado sustento de la función cerebral, y una colección de especies vegetales empleadas tradicionalmente en estados de nerviosismo y ansiedad.
El Selenio que contiene este producto contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunológico y al mantenimiento de una correcta función tiroidea, la cual está directamente vinculada a los ritmos de respuesta reactiva del organismo.
Conjuntamente, integra una serie de plantas que han sido empleadas tradicionalmente en trastornos de la alimentación y del sueño.