Hoy en día, mantener un correcto funcionamiento del tracto digestivo parece una tarea más que complicada. El frenético estilo de vida actual, con comidas improvisadas a base de alimentos procesados, horarios descuadrados con nuestros ritmos corporales, estrés para sobrellevar las exigencias de nuestra vida personal y profesional y un cúmulo de factores contraproducentes para nuestro equilibrio funcional, hacen del tubo digestivo, una de nuestras vías de conexión con el entorno, un sistema particularmente susceptible a cuadros como el denominado Síndrome del Intestino Irritable (SII).
También conocido como colon irritable, se trata de un conjunto de alteraciones funcionales del intestino que, característicamente, provocan dolores abdominales y cambios en el tránsito intestinal, alternando periodos de diarrea con otros de estreñimiento.
Las posibles causas son numerosas y hay poco acuerdo en sus desencadenantes últimos, pero comúnmente se vincula a desajustes en la motilidad del colon, alteraciones en la permeabilidad intestinal, intolerancias a determinados alimentos, hipersensibilidad a los gases a ese nivel o modificaciones de la flora bacteriana. Puede instaurarse tras un proceso gripal o un resfriado.
Otro elemento reseñable que parece desembocar en el SII es el estrés. Y es que es un cuadro que se observa, por lo general, en personas responsables y con un elevado nivel de auto exigencia.
Este síndrome es especialmente importante por su prevalencia, siendo mayor en mujeres, y por el deterioro en gran medida que provoca en la calidad de vida de quienes lo sufren (limitaciones sociales, absentismo laboral, actividad física, etc.).
Ostenta un papel fundamental en el proceso, a través del cual, los nutrientes y el oxígeno se transforman en energía. Los niveles de ubiquinol disminuyen con el paso de los años, lo que se puede ser un factor relevante en la pérdida de energía que acompaña a la edad. Esta pérdida se ve acentuada en determinadas circunstancias, como situaciones de estrés, el ejercicio físico continuado, la toma de estatinas (fármacos empleados para disminuir el colesterol), el hábito de fumar, la polución atmosférica y ciertas patologías. Todos ellos factores que requieren de un mayor gasto energético.
Se ha descrito su efecto beneficioso en enfermedades del corazón (órgano que necesita mucha energía), hipertensión arterial, migrañas, enfermedad de Parkinson y situaciones de debilidad muscular por consumo de estatinas.
Es de vital importancia dormir bien para mantenernos sanos físicamente y mentalmente. Además de representar un placer, tener un buen descanso por la noche, tiene efectos muy beneficiosos en nuestro organismo.
– Incrementa la creatividad
– Ayuda a perder peso
– Mejora la memoria
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– Reduce la depresión
El SII es un trastorno crónico del tracto digestivo (más de 3 meses seguidos) caracterizado por molestias abdominales y desajustes en los ritmos de deposición.
Es un cuadro variable en cuanto a su presentación, pero, a modo de resumen, destacan los siguientes síntomas:
1) Dolor abdominal
2) Alteración del ritmo intestinal
3) Distensión abdominal (meteorismo)
Otros síntomas que se pueden encontrar son la presencia de moco en heces, gases o la sensación de defecar constante.
Es un cuadro que se observa, en general, en personas sometidas a gran responsabilidad y con tendencia a ser perfeccionistas. Los síntomas se agudizan, por lo general, en situaciones de estrés, haciendo más susceptibles a padecerlo a personas con este perfil.
Recomendaciones dietéticas:
1) Incrementar el consumo de fibras solubles (la pectina de manzana, por ejemplo)
2) Limitar las fibras insolubles procedentes de productos integrales.
3) Se recomiendan las frutas con menor contenido de fructosa, evitando los cítricos y sobre todo los zumos de frutas.
4) Se desaconsejan alimentos como cebolla, chocolate, café, gluten, etc. Sin embargo, se aconseja que cada uno de los afectados se ponga a disposición de un especialista y que aprenda a reconocer qué elementos le producen síntomas y tratar de limitar su consumo.
La naturaleza ofrece algunas cepas vegetales que tienen virtudes calmantes frente a los molestos síntomas del intestino irritable.
Algunos ejemplos:
Cichorium intybus (Achicoria) Tiene propiedades digestivas y con especial acción sobre los gases intestinales
Cinnamomum verum (Canela) Favorece la eliminación de gases gracias a sus aceites esenciales, alivia los espasmos y ayuda a la digestión.
Achillea millefolium (Milenrama) Especialmente recomendado porque calma los cólicos
Pimpinella anisum (Anís) Ampliamente utilizado para mitigar los dolores abdominales producidos por gases.
Syzigium aromaticum (Clavo) Facilita la digestión, resulta de ayuda en diarreas y aerofagia y ayuda a controlar el crecimiento inadecuado de microrganismos intestinales.
Nuestros mayores nos han legado el conocimiento de estos sencillos remedios para reducir el malestar debido a estas disfunciones intestinales.
Además de seguir los anteriores consejos, puedes suplementar tu dieta con complementos alimenticios que contribuyen a la protección y el mantenimiento saludable de tu sistema inmunológico.
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IMPORTANTE: Suplementar la dieta con complementos alimenticios NUNCA es sustitutivo de una alimentación variada y saludable.